domingo, 28 de julio de 2013

LA HISTORIA Y SUS APLICACIONES EDUCATIVAS.

LA HISTORIA Y SUS APLICACIONES EDUCATIVAS. 








 Muchos preguntan, preguntarán y preguntaron sobre ¿de qué sirve estudiar historia?. Pues bien, un profesor mio contestó que para que no hiciese esa pregunta, otro respondió que era necesario estudiar historia para no cometer los mismos errores (lástima que la clase política que nos ha dirigido desde hace más de 200 años no estuviesen en aquella clase) y Marc Bolch contestó a través de un libro ( lo interesante esta más allá  de la página 36)

 Bueno, realmente la respuesta es complicada, intrincada en algunos casos, y sobre todo, raya la polémica de lo útil y lo inútil en el baremo del sistema mundo capitalista que ahora vivimos. Ese baremo es sin duda alguna y por aclararlo el todopoderoso dinero.

 Yo, como docente, quizás es un intento de justificar mi profesión o de justificar las horas y años invertidos en mi formación voy a dar otra visión, no sé si convincente, pero otra respuesta alternativa.

 La historia es ante todo investigación y análisis de los acontecimientos del hombre a través de los materiales y en la manera que se pueda, los inmateriales, que las sociedades han dejado en el transcurso de la existencia del género humano. Bien, toda investigación y análisis es el resultado de procesos cognoscitivos complejos y por lo tanto, dentro de las habilidades que Howard Gardner predicaba, sirve para educar en análisis complejos y en la relación coherente de diversos fenómenos para hacer un discurso inteligible y coherente.

 Es decir, la historia, debido a la multiplicidad de enfoques (político, mental, económico, material, bélico, costumbrista, arte, música, religión...) lo que hace es crear un discurso coherente para explicar un periodo o hecho histórico lo más comprensible posible. Esta tarea que parece sencilla no lo es, perder la perspectiva de cada enfoque supone eliminar una pata de la mesa, y hacer que se tambalee. Esto, aplicado a un aula es lo siguiente, el o la alumno/a van, a través de hacer historia, de enlazar una serie de enfoques o cuestiones para crear un discurso coherente, lo que  refuerza sus capacidades cognoscitivas analíticas y de síntesis, procurando separar la paja de lo esencial y haciendo una lectura concienzuda, lo que lleva a la esencia del estudio, aprender.

 La historia como asignatura es, por lo tanto, no sólo la adquisición de una cultura analítica de las sociedades anteriores con intención de extrapolarla a la nuestra y averiguar en qué se podría mejorar atendiendo a lo anterior y en qué se ha cambiado, sino que también es otra manera de desarrollar las inteligencias de nuestras jóvenes generaciones al aplicar la técnica de la creación de relatos coherentes a enfoques diversos.

 Pero para que esto sea real, es decir, podamos decir que la historia sirve para algo, es necesario un cambio de paradigma educativo en nuestro campo y hacer que los jóvenes HAGAN HISTORIA en vez de contarles una historia que ni les va ni les viene y que además es normal que se dude de sus "propiedades didácticas o utilidades". Sólo en el desarrollo de esta habilidad la Historia tendrá su lugar, porque de por sí la Historia puede ser motivante y atractiva. Además de dar una cultura que pueda mejorar la calidad educativa de la persona en sí.

Aconsejo que para poder entender esta entrada lean estas otras dos, si quieren. Los pilares de la educación y su interconexión. y  Apuntes didácticos para enseñar historia.

 Hasta el próximo salto. Buena suerte y un abrazo muy fuerte a los accidentados del tren de Santiago. D. E. P a los muertos y ánimo a los supervivientes y las familias de los fallecidos.


No hay comentarios:

Publicar un comentario